sábado, 8 de diciembre de 2012

Tiritas para heridas de bala.

Mentimos. Nos mienten. Las personas utilizamos la mentira para ocultar la realidad,para proteger a alguien de una verdad dolorosa o incluso a veces para conseguir nuestros propósitos. Luego están esas mentiras que hacen daño y ayudan a alguien,las mentiras que surgen por el placer de mentir o aquellas que se utilizan para complacer a aquel que las quiere escuchar. Hay muchos tipos de mentira pero quizás el tipo más peligroso de ellos,es el autoengaño. Nos mentimos a nosotros mismos. Negamos. Para sobrevivir,negamos la realidad. En ocasiones la realidad es demasiado dolorosa y mentirnos es nuestra forma de protegernos de ella,de sentirnos seguros en un panorama desolador. Acabamos viendo lo que queremos ver y creyendo lo que queremos creer. Al funcionar durante tanto tiempo,nos acabamos creyendo nuestras propias mentiras. A veces tanto,que al final no reconocemos la verdad. Lo seguro,es que la realidad está ahí nos guste o no. Solo podemos auto-engañarnos un tiempo determinado. La realidad no va a cambiar por mucho que la neguemos. Imagina un dique. Hay un momento que hay tal cantidad de agua que revienta. Con las mentiras pasa igual,tarde o temprano tendremos que enfrentarnos al mundo que tanto habíamos negado. Una vez el dique revienta,lo único que te queda,es nadar.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Cuando los acontecimientos deciden por nosotros.


La única constante en el universo es el cambio. Todo cambia a un ritmo vertiginoso. A veces tanto,que da realmente miedo. Hay cambios que te alegras que sucedan, y otros que verdaderamente duelen. En un solo segundo,tu vida puede cobrar otro sentido. En un solo segundo,pueden ocurrirte cosas que ni siquiera se te habían pasado por la cabeza. Los grandes cambios no suceden poco a poco,sino al contrario,suceden en la menor cantidad de tiempo posible. Sin previo aviso te ves obligado a decidir,a actuar,o a mirar todo lo que el cambio se ha llevado a su paso. No es una situación fácil,sobre todo cuando te acomodas a lo establecido. No es fácil,sobre todo cuando hay daños colaterales. No es fácil,cuando duele como si te echaran sal en la herida. Es muy fácil decir que seguiremos adelante,que todo pasará,que el agua volverá a su cauce,pero en realidad,adaptarse al cambio se limita simplemente a eso. Aferrarse o seguir adelante. Cada uno necesitamos nuestro tiempo para reponernos,para volver a encontrarnos a nosotros mismos,para sentir lo que necesitamos sentir en ese momento. Antes de volver a incorporarte a la carrera,hay un tiempo de recuperación,y tras un periodo crítico saldremos fortalecidos del cambio. Tal vez,tengas que adaptarte a una nueva vida. Tal vez haya cosas que no volverán a ser lo que eran. Tal vez,después de todo,ni siquiera te reconozcas ya que al final,es como si no te hubieras recuperado del todo,es como si fueras una persona nueva,con una nueva vida.